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sandranavarro

M E D I T E R R A N E O

M E D I T E R R A N E O Julio 2003

Caminando por el barrio del carmen, cenando el la playa de Malvarosa platicando de la intensidad del amor, recordando aquellas palabras de hace más de 10 años en aquel pequeño pueblo de Apenzzel, Carlos decía - Ves todo esto; refiriéndose al cielo y montañas, es tuyo, solo tienes que tomarlo – ahora aquí recorriendo los bares de Valencia siempre con los ojos bien abiertos, queriendo exhalar todo lo que respiro, fotografiar todo lo que veo, bares con muros que alguna vez fueron murallas, dragones que imponen al solo verlos, gárgolas en lo alto de los edificios, pequeñas fuentes, fachadas pequeñas, balcones que al verlos te permiten soñar, bailar con la luna a la orilla del mar con el grupo de Danzas del Mundo, contemplando la lluvia de fuegos artificiales en el mar, escuchando aquella melodiosa voz que todas las mañanas te invita a desayunar en la pequeña terraza, inigualables veladas con Shakespeare y sus mascaras donde las emociones se desarrollan de tal manera , que pareciera que por primera vez te hace estremece la familia Capuleto, Romeo , Julieta y su trágica historia, cenas en la terraza con valiosos amigos y claro que mi muy querida amiga no podía dejar de incluir esas grandes noches de música en el Jonhy Maracas, veladas llenas de amores.

Es como la dimensión desconocida el tiempo es tan efímero, que de pronto te encuentras en la playa caminando continuando hablando del amor y de la vida esperando una vez mas recibir el amanecer, el atardecer , a decir verdad la vieja Europa en este viaje se empeño de modo silencio en mostrarme lo maravilloso que es el ciclo de un nuevo día, contemplar el Mediterráneo reflexionando y haciéndote soñar.

Así aprovechando que el viaje esta en manos del destino, y este te arroja a las Islas Baleares, mirar la espuma del mar y alejarte de la tierra sabiendo que tu aventura continua, sabes que tu sentidos siguen expuestos.

Como primer destino Ibiza, copa de vino blanco en el muelle, teléfono sin responder de mi amigo Felipe, buen hombre suizo que nos alojo en su casa evitando pernoctar en la playa, bar gay por la noche, inevitable caminata a la casa pasando por aquel sublime castillo, y finalmente encuentro por la mañana con Felipe, ya que nuestro destino final era conocer aquella pequeña Isla la cuarta de las Islas Baleares , de no mas de 5,000 habitantes, estábamos esperando lo que nos tendría deparado el destino en una superficie de 84 kms 2.

Salida hacia Formentera, hacia 4 años que no veía a Felipe, excelente tipo que al hablar siempre te deja mensajes de reflexión, ahora después de su llegada de Cuba que estuvo durante un año y medio, compartía con Pura y conmigo esa nostalgia de vida, esa etapa en la que de acuerdo a mi punto de vista solo las personas intensas viven cada cierto tiempo, ese tiempo de reflexión, esa bocanada de vida que vuelves a jalar para continuar por el camino.

Èl, tenia preparado una sorpresa para nosotras una hermosa jaima en las orillas de la isla, cabe mencionar que el símbolo de la isla es una lagartija que llegando ahí nos dimos cuenta del por que, ya que después de caminar por la terrecería como 20 Km. el primer contacto fue con varias de ellas como si quisieran recibirnos, desgraciadamente en ese momento mi pie el cual lo tenia lastimado por una quemadura que mi amiga Pura no pudo evitar, se había complicado, la infección era muy fuerte, para llegar a la playa teníamos que tomar las bicicletas y viajar 10 minutos lo cual evaluamos y era casi imposible, por lo que decidimos dejar aquel paradisíaco lugar he irnos a instalar como ordinarias turistas a un hotel.

Hotel Cala Saona, en la playa de Cala Saona, su entorno de bosque y pinares, piscina y mar desde la terraza de la habitación nos dieron ciertas señales que podrían ser unas excelentes vacaciones en el Mediterráneo. Ahora el escenario era el mar, fiestas nocturnas con velas , vino y amigos Sevillanos, Atardeceres dentro del mar, cervezas en la playa, paseo en el centro de la Isla.

Al empacar automáticamente vino a nosotras aquella melodía de Serrat, “Mediterráneo” y yendo a saludar al mar en nuestro primer día, supimos el por que de “a sus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos”, entendimos al irnos que no solo habíamos unido nuestros cuerpos al mar, entendimos, que nuestra amistad había crecido tanto que de ahí hasta la eternidad.

Agradecemos la colaboración de :
Mariano Julián
Marimar Jaime.
Benito El grupo de las Danzas del Mundo
Alicia Alonso Los vecinos
Los Sevillanos Osama y Quique
Javier (amigo Pura) Lorenzo y Sandro
Harley Daveson manuel Jony maracas
Mesero gruñón de Formentera La vigilancia de la radiodifusora
Sr. De los Tikets del barco Alma Grande
Chupitos Tiendas en Descuento en especial “Mango”
Hombre del autobús hacia el metro Pasajera del barco que nos presto su movil.
Auto descapotable Amigo fuerte que nos paso al VIPde la disco.
El destino La vida

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